Anahí : "Lo prohibido hace la vida más interesante"
Obsesión. Esa es la palabra que se apodera de mí desde que a los trece años me enamoré por primera vez de un muchacho de mi salón : Francisquito. Tenía unos ojos verdes que me derretían y una actitud de niño bueno que colindaban muy bien con mi actitud de niña mala. Antes que nada, debo confesar que tengo un problema : cuando se me mete una idea en la cabeza y se mimetiza con mis sentimientos se arma una combinación tal, que empiezo a funcionar como una bomba del tiempo la que, si explota, termina calcinando a cualquiera que se acerque.Lo peor es que la mayoría de veces sí exploto.
Aquella primera vez, no sucedió porque apareció mi primer enamorado. Todo el fuego que tenía hacia mi compañerito de ojos lindos se volcó distraido hacia los primeros besos y toqueteos adolescentes. Valga decir que no soy de las que se enamoran rápido. Osea, sí es verdad que me enamoro de gente sin siquiera conocerla... pero no es tan rapido ¿ok? ni tan seguido. En toda mi vida sólo me he quedado templada de tres personas. El primero es el mencionado Francisquito, el segundo es mi último ex, y el tecero es otro ex...el de mi mejor amiga.
¿Ganas de hace problema? ¿zorra desleal? No, lo juro, jamás se me habría pasado por la cabeza una situación como esta. Es más, soy de las primeras en juzgar las deslealtades entre amigos...bueno, era.
La cosa es que simplemente pasó. Hasta ahora no aclaro el porqué me gustó desde que lo ví y, aun peor, porque después de más de un año no se me pasa la sonsera. No está bien, él nisiquiera me registra y no tendría porqué hacerlo, osea normalmente nadie va por ahí chequeando a las amigas de su novia.
Mis obsesiones empiezan con sueños. Cuando me doy cuenta de que van muchas noches seguidas empiezo a preocuparme. Una vez, una bruja me dijo que sueño con ellos porque mi alma los recuerda de una vida anterior.¡Con un alma así quién quiere enemigos! Cuando lo veo tengo en mi mente racional la idea de que ya no me va gustar..ya no me gusta...ya no me gusta ¡PUM!, sueño. El sentido común ha tratado de convencerme durante estos meses que es inutil seguir pensandolo, frases como : "ten dignidad, ni se acuerda que existes" o " ¡Ya superalo! no puedes estar tan demente" son mi pan de cada día. Pero, es realmente deseperante como ésta sensacion intrusiva de querer hablar con él se apodera de mí en casi todo momento. Ni que decir sobre tocarle el tema a mi mejor amiga, me odiaría...no es de las que comprenden esas cosas. Lo sé, porque yo tampoco lo soy.
Es por eso que la primera vez que nos besamos fue estando ambos ebrios ¡¿QUÉ?! Al menos fuí cauta ¿ok?. Estando alcoholizados no había peligro de que el piense que fue en serio. Los problemas empezaron después, cuando empezamos a hablar más seguido. Como que bromeando en msn nos dimos cuenta que teníamos mucho en común : música, libros, ganas de hacernos compañía...
De todas formas, si es que no salía con él esta historia iba a ser muy aburrida y ustedes no la leerían más ¿verdad? Así que no me juzguen, porque en el siguiente post verán que mis obsesiones desembocan siempre en buen puerto...Bueno, no buen puerto, pero al menos en uno interesante.